En la región rumana de Transilvania, Grigori Lup un zapatero ha elevado esta cuestión a la categoría de arte para sobrevivir en medio de la crisis del coronavirus.
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“Nadie respetaba la distancia social y pensé: voy a hacer tres pares de estos zapatos, los pondré por internet y los llamaré zapatos de distanciamiento social para llamar la atención”, explica Lup, que reconoce que al principio fue todo “una especie de broma”. Estos zapatos de apariencia estrafalaria están hechos a mano y son de piel natural.