Contrajo el virus en plena faena tras recorrer el país, debe centrarse en sanar y convencer a los indecisos Su labor promocional descansa ahora en varios frentes y medios comunicación
La situación de salud del candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, al contraer COVID-19 reconfigura el tramo de los últimos 24 días de la campaña hacia las elecciones presidenciales y congresuales del próximo 5 de julio.
Este cambio le beneficia políticamente en el sentido de que victimiza a Abinader como un dirigente y candidato que al principio guardó la cuarentena en su hogar pero luego recorrió intensamente el país por barrios, campos y hospitales, incluso llegó hasta la cañada de Guajimía en uno de los operativos de limpieza desarrollados por las alcaldías ganadas por el PRM en los comicios del pasado 15 de marzo.
Lo que resta de campaña debe centrarse en armar la logística del “día de” con su estructura electoral, además de conquistar el voto indeciso e independiente tratando de convercerlo mediante la presentación de sus propuestas, lo que Abinader puede realizar utilizando las plataformas tecnológicas como se ha venido haciendo en la mayoría de los casos.
El aspecto que le perjudica radica en que los demás candidatos seguirán en las calles físicamente dirigiendo las actividades directamente, en especial el candidato del partido oficial, Gonzalo Castillo, que aplica una campaña de asistencialismo basada en la entrega de alimentos, suplementos médicos y traslado de dominicanos varados.